El rey de Warlawia, un lejano
país europeo, decide convocar un peculiar concurso de narradores orales para
escoger al mejor cuentacuentos que sepa llenar sus noches con las más
fascinantes historias.
Para ello, tras una gran
búsqueda, se llega a la conclusión de que los mejores candidatos para el puesto
de narrador del rey son un hombre y una mujer, de muy distintos orígenes,
llamados Ismal y Nubis. A lo largo de una noche mágica, ambos actuarán
ofreciendo, respectivamente, los relatos 'El mensajero de los siete reinos o El
palacio de los náufragos', y 'La Princesa de Babilonia o Los espejos
prodigiosos'.
Tiene una estructura en díptico,
centrada en las dos historias que cuentan los dos cuentacuentos al rey, a la
manera de las muñecas rusas, es decir, historias dentro de una historia. Una
estructura ya de por sí curiosa, porque lo más corriente es que fuera en tres
partes y no dos, pero la razón de esta elección la sabremos al final del libro.
El libro tiene varios atractivos
para los lectores más jóvenes: tanto la emoción de las dos historias de los
cuentacuentos, como la decisión final del rey sobre con cuál de ellos quedarse.
Es un canto de amor al valor de la literatura oral, con algún guiño a las 'Mil
y una noches', y plantea dos historias emocionantes que tratan temas como la
fidelidad, solidaridad, la muerte, el paso del tiempo o el ingenio.

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